Sí, le queríamos dar a Epi a a Blas un aire a aquellas marionetas, un olor, un sabor... un tinte.
Nos fuimos a teñirnos, de rojizo y de rubio. Dos horas y media, qué largo, cómo pica, qué olores, definitivamente, cuando sea mayor no quiero ser una señora.
Aquí si queréis ver el desastre variado y divertido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario